Tres razones del insospechado éxito de Daniel Noboa en las presidenciales de Ecuador
El millonario de derecha Daniel Noboa, casi un desconocido en la política, se coló de puntillas en el balotaje presidencial de Ecuador con un sorpresivo segundo lugar en las elecciones del domingo 20 de agosto y el reto de enfrentar a la izquierda.
Su fórmula para un meteórico ascenso: las redes sociales como TikTok y el aplomo durante el único debate presidencial, donde fue el único que participó con chaleco antibala cinco días después del asesinato del candidato Fernando Villavicencio, que iba segundo en las encuestas.
Aparecía abajo en los sondeos, pero una semana le bastó al hijo mayor del magnate bananero y naviero Álvaro Noboa Pontón para atesorar un 24% de votos en silencio y meterse en la carrera por el poder detrás de la izquierdista Luisa González (33% de sufragios) en la segunda vuelta de unas atípicas elecciones generales anticipadas.
La lid de octubre será una reedición de la elección de 2006, cuando su padre enfrentó en las urnas al entonces desconocido Rafael Correa, el exgobernante socialista acusado de corrupción que apadrina a González y que gobernó Ecuador 10 años, hasta 2017.
A continuación las claves del éxito de Noboa:
1. Un rostro fresco
Con 35 años, Noboa podría convertirse en el presidente más joven de Ecuador. Un paso de dos años por la disuelta Asamblea Nacional en mayo, en la que presidió la Comisión de Desarrollo Económico, es su única credencial en la política.
Antes fue empresario de eventos y ocupó altos cargos en prósperas empresas familiares.
Noboa es "una encarnación de lo nuevo en la política ecuatoriana, es una búsqueda que ha estado en el escenario político electoral ecuatoriano desde hace cinco años", dijo a la AFP Santiago Cahuasquí, politólogo de la Universidad Internacional SEK.
Su rostro joven, figura atlética y pasado corporativo le dieron el visto bueno ante los ojos de los electores, que lo premiaron con 2,2 millones de votos.
"Creo que es un muchacho joven, preparado, y ser joven no es un impedimento" para gobernar, comentó a la AFP Rubén Paredes, de 42 años, quien sufragó por Noboa.
Este consultor experto en temas petroleros considera que la juventud del candidato "es una virtud porque no tiene los vicios de la vieja política".
2. Antipatías y electores jóvenes
Cansados de un largo enfrentamiento político, los ecuatorianos "desean una figura nueva, una propuesta nueva que se coloque por fuera de las antípodas correísmo y anticorreísmo, que rompa la lógica binaria de la política construida en oposiciones", señaló Cahuasquí.
Cuidadoso en sus palabras, Noboa confronta a la que será su rival directa evitando las enfrentamientos ofensivos que son usuales entre fuerzas opuestas de Ecuador.
Contrario al correísmo, que ha basado su discurso en la idea de recuperar los logros de su líder, Noboa ha desviado su discurso hacia la idea del futuro. Rafael Correa fue condenado a ocho años de cárcel por corrupción pero mueve los hilos de la política ecuatoriana desde el exilio en Bélgica.
Si a un joven "le empiezas a hablar del caso de Correa, va a decir ¿quién es ese señor?", señala a la AFP Saudia Levoyer, académica la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB).
La población de entre 18 y 29 años representa un 25% del electorado.
A esos jóvenes apuntó el político en una campaña que privilegió el uso de redes sociales como TikTok e Instagram.
"Si tienes votación menor a 35 años (...) y sabes que están en Instagram y TikTok, entonces pautas ahí, lo que está en disputa es ese voto", agregó Levoyer, quien coordina la maestría de Comunicación Política en la UASB.
Como un plus, a ese grupo etario "le habló claramente de un modelo económico muy distinto al de su competidor directo".
Para Cahuasquí, un mensaje importante fue su postura a favor de suspender la extracción petrolera en una parte del parque amazónico Yasuní.
3. La familia Noboa
Un eventual triunfo del candidato en el balotaje también le quitaría una espina a la familia de tradición política. La anhelada presidencia, tan esquiva para su padre, ahora podría caer en sus manos.
El exparlamentario Noboa Pontón fue presidenciable en cinco ocasiones y en tres de ellas llegó a segunda vuelta. De esos años aún carga un capital político que podría heredar su hijo.
"Es gente que es muy conocida en ciertos sectores" y con suficientes recursos económicos, apuntó Levoyer.
Anabella Azín, madre de Noboa, médica, exdiputada y excandidata vicepresidencial lidera programas sociales.
La familia "ha estado tratando por años que Álvaro Noboa sea presidente", pero tras su retiro de la política es su hijo mayor el llamado a sucederle.
Sin embargo, Levoyer precisa que el reto de Noboa de cara al balotaje será hacer una campaña dinámica, divertida y que precise qué hará en la práctica.
"Los problemas están bien identificados. El desafío es que él diga cómo lo va a hacer, en cuánto tiempo y que sea algo que le haga sentir a la gente que está mejor", sentencia.