¿Qué es el biogás?, ¿y el biometano?
El biogás es una energía “verde” que se obtiene a partir de nuestros residuos: la fracción orgánica de los residuos municipales, de las industrias agroalimentarias, de los lodos de depuración, de los restos de cultivos y de las deyecciones ganaderas.
La vía más avanzada para la producción de este biogás es la digestión anaerobia, un proceso a través del cual la materia orgánica se descompone por la acción de microorganismos.
El biogás puede ser utilizado para producir electricidad y calor, sobre todo en entornos industriales en los que la electrificación no es posible, o, ya convertido en biometano, puede utilizarse como combustible en el transporte o inyectarlo en la red de gasoductos.
Para obtenerse este biometano, el biogás se somete a un proceso tecnológico denominado enriquecimiento o upgrading. Este biometano, cuya composición es asimilable a la del gas natural, se caracteriza por ser una fuente de energía renovable, local y almacenable, y que posee además una gran ventaja al poder ser transportado por las infraestructuras gasistas existentes.
Se considera un vector energético esencial para poder cumplir con los objetivos de descarbonización europeos y para impulsar el desarrollo de la economía circular.
El biometano es una fuente de energía renovable, local y almacenable, y que posee además una gran ventaja al poder ser transportado por las infraestructuras gasistas existentes